Todas las viviendas están obligadas a ser flexibles, con el objetivo de que puedan albergar las diferentes tipologías habitacionales que existen, sin dejar de lado el componente social, es decir la convivencia necesaria con la que deben contar los habitantes en sus viviendas.
Con un sistema arquitectónico flexible tanto los individuos como familias enteras pueden ocupar los espacios privados paralelamente con espacios comunales, para que sus vidas sean más fáciles. De esta manera, un grupo de individuos de forma voluntaria viven en unidades privadas que se encuentran alrededor de un espacio comunal.
Todos estos servicios compartidos suelen incluir diversos espacios, tales como cocina, comedor, centro comunitario, lavandería, sala social, incluso existen espacios para el cuidado de niños, parques infantiles, canchas, piscinas y otros servicios que decida la comunidad.
Las acciones humanas son las ideales para crear vínculos entre las personas que conviven en estos espacios, ya que dichas acciones son llevadas a zonas comunes donde se pueden aprovechar de mejor manera.
Diversos beneficios de los espacios para vivir en comunidad
Estos proyectos con valores de comunidad en sus habitantes, son llevados a la sociedad, ya que la convivencia con otras personas se convierte en una rutina, generando y fomentando valores positivos por las actividades que se realicen en las zonas comunales, tales como compartir, ayudar al prójimo, etc.
Compartir servicios y espacios comunes, es aprovechar el entorno, también se puede contribuir con el ahorro de energía, adecuando espacios donde se puedan tener dispositivos que colaboren con dicho aprovechamiento y ahorro.
Otro beneficio de vivir en comunidad es el reciclaje, aprovechar los elementos que no se estén utilizando, pero que puedan ser útiles para otra familias, desde ropa, alimentos e inmobiliarios.
Del mismo modo se puede dar interacciones sociales, generando pertenencia social y sentido de comunidad en el lugar de residencia, haciendo que influya de manera positiva en las personas, generando una red de apoyo físico y moral.
Para concluir, se puede mencionar que debido a la facultad asociativa de los seres humanos, el convivir dentro de una comunidad será muy fácil, de modo que generen y pertenezcan a comunidades en otros lugares y condiciones. Si la experiencia tiende a ser positiva para la persona, por ley la repetirá; por tal razón, si a esa persona le resulta beneficioso vivir en comunidad, buscará repetir esta condición generando cada vez más comunidades.
La importancia de vivir en comunidad es que el hombre por naturaleza requiere de la comunicación y de la ayuda de otras personas, la vida en comunidad es toda nuestra existencia, es la mejor oportunidad para ofrecer a nuestros hijos un espacio para vivir en armonía y de forma agradable para que logren crecer como personas.
Este tipo de proyecto se convierte en un generador de buenos ciudadanos que están en búsqueda de la buena convivencia, debido a que cuando se habita en comunidad, se puede notar mayor disposición de ayudar al prójimo, ya que se genera empatía por el otro y muchas amistades, con el fin de encontrar el sentido de pertenencia que tan desesperadamente requieren las ciudades.
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